Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.
—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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Escribir el cuerpo. Un cuerpo.
Escribir en el cuerpo.
En tu cuerpo. Digo escribir
y no dibujar, ni capturar el cuerpo
con algún dispositivo fotosensible.
Me refiero a escribir
en, para y por el cuerpo.
Escribir en las alas y en el resto
de extremidades. Escribir
en la frente y en el sexo
y en la piel liviana del párpado
y en el hueco de las manos.
Escribir en los dedos
que están escribiendo.
Construir el cuerpo al tiempo
que se escribe y escribir,
también, el tiempo del cuerpo.
Escribir en tu espalda con las yemas
y borrar todo con la palma
cuando ya no quede sitio para seguir
escribiendo el cuerpo.
O no hacer nada de eso,
y dejar que el cuerpo haga
lo que saben hacer los cuerpos:
escribirnos.
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5 comentarios el “”
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Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. 
Escribes corpóreo, que no redundante, o sí, pero bello.
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Gracias de nuevo.
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Conmueve profundamente, es para volver a el una y otra vez.
Maravilla.
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Vuelve, Altea… aquí esperan los versos.
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Siempre estoy por aquí, maravillándome…..del verbo sentir.
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