—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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Bebo en un bar, en mi ciudad,
y de repente la siento más gris,
más charnega y más satélite,
aún mas secuestrada
por un laberinto de autopistas.
Una de esas ciudades
que reciben el apelativo
de dormitorio.
Pienso en la suerte que tienen
los poetas que deambulan
por una ciudad con mar,
o con un río con sus puentes,
o con marismas vecinas.
Enseguida pienso, también,
en lo imbécil que soy
por pensar eso.
Y me zambullo en mi vaso,
nado en mi libreta,
y buceo en tu sombra
en cualquier esquina
de estas calles.
Aunque no necesariamente
por ese orden.
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