Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.

—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".

cuatro (x3)

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En alguna ocasión me creí capaz de río.
Capaz de un ancho cauce sin presa ni navío
que mutase agua mansa en torbellino con brío,
con lomo transparente y el estómago frío.

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Otras veces no llegué siquiera a un afluente.
Fueron las más: ni lecho, ni rambla, ni corriente,
ni gota de agua escapándose de la fuente.
Ni una mota de sudor perlándome la frente.

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Sin embargo, me alcanza un poco de niebla espesa,
el fondo de un charco evaporando la pavesa,
ascendiendo y congregando una nube siamesa
que te brinde esa lluvia que te mantenga ilesa.

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Esta entrada fue publicada el julio 2, 2018 por en Uncategorized.
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