—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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Demorar la luz
en el destello huidizo
de la lámpara en el vaso.
Para que la luz no escape.
Para seguir viendo lo visible.
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Posponer la digestión
de un mordisco de niebla
en una tarde de diciembre.
Para que el tránsito sea
silente y provechoso.
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Suspender el ángulo
de la aguja de un reloj.
Aunque sea un animal extinto.
Aunque el registro fósil
muera de sed y desmemoria.
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Aplazar la sutura
de todas las heridas.
Postergar la sanación.
Para que todo el cuerpo tenga
vocación unívoca de grieta.
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Prorrogar la palabra:
no levantar nunca el lápiz
del cielo de la boca.
Para que los desagües
no se obturen con la brea.
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Diferir, en extremo, la urgencia.
Retrasar, a consciencia, el reflejo.
Posponer, a sabiendas, el instinto.
Para que la tormenta te alcance
sin previo aviso. Y sin paraguas.
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