Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.

—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".

incluso

___________________
_

_

_

He sobrevivido
a numerosos
fines del mundo
—anunciados y falsos
como promesas de amante—.

He seguido en pie
después de incontables
apocalípsis utópicos
que nunca llegaron
a acontecer.

Incluso,
en los mínimos desastres,
en las tragedias minusculas,
muchos tipos se volvieron
hacia mí,
preguntando:

— ¿Qué hacemos ahora?

Como si yo supiera, como
si yo conociera la respuesta,
de no ser una inventada,
encontrada antes
en una película,
o en las páginas de un libro.

Pero también me hundí,
reventé en mil pedazos,
por la nimiedad más absoluta:
una finta, una ausencia,
un avión con retraso, un vaso,
una esquina mal doblada,
un no seguirte el paso.

Incluso,
alguna vez,
en los días brillantes,
te volvías hacia mí,
y preguntabas:

— ¿Qué hacemos ahora?

Como si yo alcanzara, como
si yo comprendiera la pregunta,
de no ser una
nunca antes imaginada,
ni en los libros, ni en las sombras,
ni en las hojas de los árboles.

_


incluso

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Información

Esta entrada fue publicada el mayo 5, 2015 por en Lecciones de anatomía para suicidas inexpertos.
Follow Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. on WordPress.com

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Únete a otros 490 suscriptores
A %d blogueros les gusta esto: