Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.

—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".

18:15:32

___________________________
_

_

_

Solo un rato
amontonándose encima
de otros muchos.
Una hora escasa
sedimentando
y pretendiendo aferrarse
a la esfera; tanto
como le resulte posible.
Unos minutos que se encuentran
a medio camino
entre la prisa que avanza,
la rueda que derrapa
y los brazos que se abren
a un cuerpo o a un vacío.
Solo un rato,
y querré que no haya
más rato.
No hablo de relojes parados,
ni de montículos
de arena
obturando el ojo
—que es pasillo—
de un compartimento
de cristal, a otro.
Si no de un rato
detenido,
congelado,
en el que nada,
ni el rato,
ni la sombra,
avanza.

_

rato

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Información

Esta entrada fue publicada el mayo 28, 2015 por en Lecciones de anatomía para suicidas inexpertos.
Follow Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. on WordPress.com

Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.

Únete a otros 490 suscriptores
A %d blogueros les gusta esto: