—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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De pequeño
me preguntaban qué
quería ser de mayor.
Creo que siempre
me los quitaba de encima
respondiendo con alguna profesión
respetable —médico, carpintero,
o profesor de lenguas muertas
o agonizantes—.
Después, a solas, pensaba
que no tenía ni la más remota
idea. Aún hoy, lo pienso.
Nunca, nunca, nunca,
pasó por mi cabeza
ser poeta. Ni siquiera
hoy día, lo hace.
En todo caso, si la tuve,
mi vocación fue
la de ser cohete pirotécnico:
despegar con un chasquido,
dejar una estela luminosa,
y acabar pronto,
con una bonita explosión.
_________________¡Ohhh!
Y volver a descender,
ya sin prisa,
en pavesas, en cenizas.
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