—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
_
_
_
Sueño y despierto que soy manco.
_
Mi mano izquierda ha desaparecido.
Sin cicatriz, sin herida ni dolor.
Sólo ausencia presente, un miembro
invisible, tan translúcido como constatable.
_
Uso entonces esa zurda fantasma
en todos los quehaceres cotidianos:
_
late, toca, prende, se eriza,
se torna puño airado e inexistente.
Incluso la siento aferrada, tenaz,
al cuello del útero de una guitarra,
o recobrando el aliento en tu cintura.
_
Sueño que despierto sin mano
pero la mano perdida me calma, me sueña,
enjuga el sudor, la lágrima y la pérdida.
_
Y el abismo manco es sólo el cambio de estado,
la dialéctica lisiada entre la mano y el vacío.
_
Otro día sueño que despierto
y me han amputado tu piel de la mía, sin embargo
sigo tocándote con mi izquierda transparente.
_