Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.
—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
se para la luz
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La piel es una frontera,
una carretera sembrada
de alambre de espino
y puestos de vigilancia.
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Por ahí conduzco,
por donde acaba la piel
y empieza el frío.
Por donde se queda la lluvia
cuando te toca, por donde
se para la luz y la caricia.
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A un lado, el latido
de la crisálida, al otro
la geografía irregular
de una sombra conocida.
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En medio, yo, de noche,
con las luces apagadas.
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Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. 