—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
Ha sido en el reflejo
del cristal de un tren,
o en una ventana en casa, o en un charco
en calma y en retirada.
He visto mi propio recuerdo
patrullando como un animal
—solitario, fatigado, casi extinto—
por los pliegues de tus labios.
Un depredador de paso lento,
de cabeza agachada. Una silueta
que ya casi no proyecta sombra
mientras se pierde en bosques desiertos.
Luego algo se ha movido
tras el vidrio, el espejo, el parabrisas.
Sólo para confirmarme
lo cortos que se han vuelto los días.
Lo altos que son los techos.