—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
No se me olvida la suerte
de despertarme cada mañana
recordando un retazo de sueño,
iluminándome con algún brillo
venidero.
Miro las señales, escucho con la mano buena
los rumores agradecidos del viento en los árboles.
No se me ocurre una muerte
más apacible que dormir tranquilo
en un abrazo o en un acorde,
recordando haber sido un chiquillo
perecedero.
Busco en los portales, toco con mis ojos viejos
el borde de las sombras afiladas de la tarde.
El trecho más hermoso de cualquier camino
es el que uno desanda cuando se equivoca,
hasta el último cruce.
Hasta el penúltimo.