—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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ME RECIBE la calle como una profecía.
A ratos los coches separan sus aguas
como un mar rojo cualquiera,
y yo ando sin maná ni tablas de la ley,
en esta madrugada boreal
de setecientos treinta y un días.
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Doblo la esquina, tuerzo las calles,
mientras el cielo se disfraza
del asesino en serie de la lluvia
y una mujer desnuda un maniquí
en un escaparate brillante, y luego
lo viste de nadie bien abrigado.
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A lo lejos vislumbro una aurora,
alumbrada de hogueras de todos los libros,
pero casi todos preferimos el túnel
en el que escribir el manual del deshabitado.
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Entonces soy como las bombillas de las neveras.
Entonces espero, tal vez, a que abras.
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