Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.
—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
25/03/2017
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Trabajan en el arcén
de la carretera. Solo
los ves un momento,
mientras conduces
hacia el sur.
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Enfundados
en sus trajes fosforescentes,
con sus cascos y sus gafas
protectoras.
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Ni siquiera sabes
si desbrozan la hierba
o suturan el asfalto
y la pintura.
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Y sin embargo,
piensas, cada uno
de ellos es una semilla,
una conexión sináptica
o una corriente eléctrica.
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Alguno, tal vez,
una metástasis de hormigón.
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Así se pierden
en tu retrovisor
y en algún rincón
de tu memoria.
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Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. 