Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.

—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".

niño

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Las mujeres teñían sus ropas
en grandes baldes brillantes
y agosto aún era una mancha
lejana en el horizonte.

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Las melodías mutaban inquietas
acomodándose a la armonía
del agua y del zapateado
de tardes de sedimentos amarillos.

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Las cortinas obraban de filtro
del zumo del polvo y de las moscas,
los niños acudíamos un poco tarde
a la salmodia del grito de la madre.

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Era eso, supongo, mirar detrás
de las tapias de las piscinas,
era coleccionar rincones, hormigueros
en los bolsillos de la memoria.

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Y canicas rodando como años.
O como planetas.

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jugamos-a-las-canicas-01

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Esta entrada fue publicada el mayo 30, 2017 por en Uncategorized.
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