Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.
—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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pocas horas antes
olía sus despertares,
buscaba su aliento,
recolectaba el mundo
en la espalda del primer día,
sabía de mi suerte
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despertaba de una noche sin viento,
emergía de un sueño vencido
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la miré durante un rato,
obcecado en los detalles,
sentado en la escalera
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quería congelar eso,
urbanizar el recuerdo,
edificarlo indeleble al tiempo
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se fue, luego, en un tren,
un cercanías cualquiera,
fin de trayecto, el aire
rompiendo en el túnel,
estallando en la ventanilla
negra de la memoria
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ahora lo escribo,
negando la glaciación,
esperando el próximo tren,
mitigando el blues del sábado:
ofrezco mi billete al torno,
fallezco un poco en los andenes,
olvido ratos, distancias, raíles,
brillan vencidas las luces
intermitentes, como ella
acostada en el borde del día
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Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. 