—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
_
_
_
y sabía el viento
_
lo que piensan las estatuas;
ojos de mármol sin pupila,
sellados labios de granito
_
que sea la lluvia y el aire,
un único movimiento posible
en la piel de la escultura
_
temen acaso ese cáncer
incesante de la roca,
entonan acaso el quejido
narcótico de la grieta
en los capiteles, en la hiedra
naciendo verde en los poros
_
la estatua sabe del viento,
ordena su sonrisa hierática,
se deshace en polvo y arena
_
ofrece entonces, extasiada,
jirones de ropa de piedra,
oquedades que se vacían
segregando sal y óxido
_
la quietud callada del bronce,
la vocación solemne de campana,
envidia pétrea de los árboles
navegando ramas y hojas,
olvidadas las raíces,
sepultados los cimientos
_
detienen tal vez su erosión
esperando abolir el gesto
_
a veces se conforman
rotando las sombras,
extendiendo alas grises,
nunca, sin embargo,
alcanzaron a respirarte
_