Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.
—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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vuelan bajo todas las aves
en esta tarde calurosa,
nadando en un cielo impío
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vienen las agujas de hormigón
inoculando su veneno
en las orillas de las playas:
nidos cuadrados de hombres
tomando posesión del mar,
obligándole a retroceder
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a ese viento me refiero
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a ese en concreto,
fraguado en los pulmones
inertes, en las gargantas
laceradas por el grito,
agrietadas, rotas,
roncas, desvencijadas… ese que
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mueve, con suerte,
inócuas aspas de molinos
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como el pájaro, como el hombre,
ulula cada viento en
cada ventana cerrada,
haciendo del día jirones,
incendiando el alma de tu coche,
llamas de brisa en el salpicadero,
luces de brasa en tus ojos,
ocaso sin aire acondicionado
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Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. 