—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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vuelvo al calor húmedo de mi terraza
ubicando el regreso y el equipaje,
estanterías llenas de hambres y retornos:
levanto el portón de la furgoneta,
vacío, desordenado, todo su contenido,
arriba, el mismo sol, el mismo aire
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esmerilado vuelvo con sueño en la guantera,
levemente azul, vuelvo, por un asfalto escrito
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vuelvo temprano para volverme antes,
incrédulo vuelvo para volverme creyente
en la vuelta más descreída del mundo,
negro vuelvo en el día que amanece,
tembloroso me vuelvo como la fruta en las bolsas,
otra vez vuelvo, y otra, preñado de regresos
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a mis quehaceres, a mis cuerdas, a mis papeles
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vuelvo a ayudar a Sísifo en su tarea,
obcecado vuelvo con mis palos en mis ruedas,
lacerado, oxidado de islas y de altiplanos,
amarillo vuelvo, y pardo, y ocre y ceniciento,
resiguiendo, vuelvo, los contornos de mi sombra
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abro la puerta y vuelvo, vuelvo a sentarme
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mientras vuelvo, giro la cabeza y miro,
intento adivinar si tú también has vuelto
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respiro la vuelta, de nuevo me vuelvo
entornándole los ojos a la misma luna,
ganándole metros a la corta distancia,
resbalándome, vuelvo, en el segundero,
esperándote me vuelvo un retorno quedo,
sabiéndonos de vuelta entera, me vuelvo,
o tal vez me vuelvo a no haberme ido nunca
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