Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.
—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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procrastina el otoño
antes de desvestirse,
renuente, del sayo
amarillo del verano
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quieren los días acortar
una sombra a cada rato,
envolviéndola en preguntas
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siguen en el mismo lugar,
inmóviles, las cenizas de ayer:
gravedad leve, ausencia de viento,
anodina inercia de los cuerpos,
nula erosión de la tarde
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dormitorios y armarios mudando
estaciones, pieles, sal y mercurio
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viene ese olor de casi nada,
inunda mi boca ese aroma de lejos,
encendido de una saliva reseca,
necesitada del oxígeno del vendaval,
tos de entretiempo, esquinas
obstinadas en doblar las horas
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viene, pues, un septiembre huidizo,
incrédulo, lo miro: desde mi
ventana no se ve ningún
aparador de Hopper, y tú andas
sacando de sus cajas los zapatos de invierno
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Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. 