Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.
—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
retrovisor
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Alguna vez he pasado
por encima de un animal
atropellado.
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En alguna ocasión
tuve que caminar kilómetros
hasta la gasolinera.
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Dos veces se me paró
el coche. Sólo dos veces
en tantos años.
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Una madrugada
conduje borracho entre la niebla
con la raya entre las ruedas.
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He llegado tarde
muchos días. Muchos.
Por mi sueño o el de la autopista.
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Unos jóvenes, una tarde,
lanzaban piedras desde el puente.
Una rozó mi capó.
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He visto más de treinta
accidentes. Sólo en uno
vi mantas brillantes en el asfalto.
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Un día me reventó
un tímpano al bajar la ventanilla.
La sangre empapó mi camisa.
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Pero, hasta hoy,
siempre me trajo de vuelta
el horizonte en el retrovisor.
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Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. 