Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.

—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".

escena XXXVIII

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No hay ninguna vergüenza
en las casualidades.
Una piedra caliente
dando vueltas en el aire.
El error perfecto.
Barro, agua, arena, nube,
y una azarosa célula
dividiéndose en un rincón.
Una malformación imprevista
que resulta ser un milagro.
Ponerse de pie, ver más lejos.
La lluvia, la sombra, la sed.
El azar más acertado.
Tropezarme con ella
al doblar una esquina
y fundar un lenguaje,
una civilización, una estirpe.
Respirar de ese aliento.
No poder respirar sin ese vaho.
No hay ninguna indignidad
en la suerte del mundo.
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esce38

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Esta entrada fue publicada el julio 31, 2020 por en Uncategorized.
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