—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
el semáforo se pone en rojo,
mis pulmones se llenan de aire,
el corazón late, exhalo, miro alrededor,
está amaneciendo, esa mujer
pasea a su perro, el repartidor
sube su carrito a la acera,
sostengo el volante, se tensa un músculo,
alguien está muriendo ahora, se
declara un incendio, llueve en otra parte,
pongo primera, arranco, ella despierta,
lo que está lejos sigue lejos,
se acerca lo que no lo está tanto, sale el sol,
alguien remueve despacio su café
mientras mira por la ventana, antes
de doblar la esquina pienso en el mar
─en el mar en este momento y siempre─,
se cierra una puerta, un cristal se rompe,
mi padre toma su medicación
y mis hijos atienden sus asuntos,
tengo sed, siempre tengo, conduzco
de manera automática, como
si fuera otro quien lo hiciese.
el tiempo no pone nada en su sitio,
el tiempo oxida y desmorona
las estatuas y los templos, los huesos
y los testigos, y la arena de los relojes
afortunadamente