—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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He encendido una cerilla.
Es un curioso procedimiento.
He sacado el fósforo
de su estuche de cartón
con un rascador en un lateral.
He mirado con extrañeza
la cabeza encarnada, el cuerpo
pálido y rectilíneo: una estructura
de promesa de claridad, de fuego,
de caducidad y de calor.
Un chasquido extemporáneo,
estentóreo, da a luz una chispa
entre una nube blanda de humo.
Y entonces la lumbre me alumbra,
la brasa me apresa, la llama me…
Lo que arde se ennegrece y avanza,
lo que muere se oscurece y retuerce.
La punta de mis dedos atrae esa luz.
Me quemo, me quejo, me dejo.
No me incendio, estoy vivo. Aún.
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