Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.

—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".


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PARA encolar una grieta
hay que contar, ante todo,
con la tensión de las cuerdas,
con el sentido de la veta
y con la altura de los puentes.

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Se debe conocer la velocidad
con la que esa quebradura avanza,
como una gota condensada en la ventana,
como el esguince pluscuamperfecto
en el tendón del bíceps de la guitarra.

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Casi como el modo subjuntivo
de un acorde quebrado. Casi
como obviar la sangre en los dedos.

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Para encolar una grieta
hay que preguntarle primero
si precisa de toda esa luz
que por ella se filtra.

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plateout

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Esta entrada fue publicada el octubre 17, 2016 por en Uncategorized.
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