Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.
—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".
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a las ruinas se les puede
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derribados ya los muros
es sencilla la invasión,
raso el terreno,
reducido a escombros,
inoculada de viento la piedra,
bastan unos pasos ligeros
atravesando el desastre,
reclamando para sí el dominio
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lo ignoramos casi todo, pero
uniformemente avanzamos
en el suelo polvoriento
gastando las suelas y el alma,
oteando cualquier horizonte
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tomamos las migajas,
olisqueamos otros cuerpos
deseando ser estatuas
atrapadas en las fachadas
sosteniendo los hilos de la noche
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los ojos llenos de tierra,
acaso no fue así siempre,
sueños de páramos y escarcha
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eso pasa si caen los muros,
sólo si los cruzamos
tratando de liberar el aire,
a las ruinas se les puede
tanto como te pueden a ti:
uno se rompe contra la pared,
amontona los pedazos,
si sopla el viento, se esparcen
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Tus ojos, mis manos, y otros desiertos. 