Tus ojos, mis manos, y otros desiertos.

—«Hace más de trescientos poemas que no escribo la palabra horizonte. Por algo serás». 'Será', en "Pintura roja y papel de fumar".

pasillo



Sé que vendrá la grieta
pero sigo en la cola
con la cabeza gacha, con el ojo
vuelto hacia adentro.

Conozco la hipoxia futura.
Me la contaron al nacer
para ponerle un ronzal al latido,
un freno a la sangre.

La fatiga del hueso, el hastío
de la tarde que se dobla,
me enseñaron: Y me quedé
abriendo una puerta tras otra.

Así que llevo dentro el crujido
seguro y prometido de la bisagra.
Soy uno más, nunca el primero,
en la bandada de aves, de peces.

Contra la semilla de ese desierto
me cuento los anillos del tronco,
ordeno libros, afino guitarras,
me anclo en la marea de una cintura.

Camino cada noche
por un pasillo verde oscuro,
húmedo, lóbrego, interminable.


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Esta entrada fue publicada el junio 11, 2021 por en Uncategorized.
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